- La higiene tanto personal como del lugar en que comemos.
- El tiempo: no se debe comer con prisas, hay que masticar y comer con calma, aunque tampoco excesivamente.
- Los horarios: se deben cumplir al menos cuatro comidas diarias (desayuno, comida, merienda y cena) y con unos horarios marcados.
- Hay que comer de todo pero olvidarse de alimentos que aporten sólo calorías y no lleven vitaminas ni componentes sanos.
- Comer bien no engorda. Si llevamos una dieta equilibrada conseguiremos salud tanto interior como exterior.
- Es importante acompañar una buena alimentación con ejercicio físico.
La alimentación es una necesidad fisiológica necesaria para la vida que tiene una importante dimensión social y cultural. Comer está vinculado por un lado a saciar el hambre (para vivir) y por otro al buen gusto, y la combinación de ambos factores puede llegar a generar placer.
En el acto de comer entran en juego los sentidos (unos de forma evidente, vista, olfato, gusto y tacto, y, por último, el oído puede intervenir al recibir mensajes publicitarios sobre alimentos). De allí parte el peligro que implica una inadecuada publicidad alimenticia. la cual está orientada a la comida procesada y a la comída rápida. Sobre esta base precisamente han creado sus emporios las cadenas de fast food que se han extendido por todo el globo.
Es importante heredarle a nuestros niños habitos saludables, de la educación y la salud depende el futuro de la humanidad.